Silenciar, mejor que mutear, es el equivalente adecuado en español para el verbo inglés to mute.
En los medios de comunicación es común encontrar frases como «El micrófono se puede quitar o mutear si se desea», «La aplicación que guarda nuestras fotos y vídeos en la nube tendrá un simple botón para mutear el audio» o «Podemos mutear el audio y bloquear la imagen por respeto al que da la charla».
Mutear es una palabra formada a partir del verbo inglés
to mute, que aparece definido en el diccionario de Merriam Webster como
‘amortiguar, reducir o eliminar el sonido’. Puesto que este significado puede expresarse perfectamente en español con el verbo
silenciar,
lo adecuado es emplear este término.
Por lo tanto, en los ejemplos anteriores habría sido más adecuado escribir «El micrófono se puede quitar o silenciar si se desea», «La aplicación que guarda nuestras fotos y vídeos en la nube tendrá un simple botón para silenciar el audio» y «Podemos silenciar el audio y bloquear la imagen por respeto al que da la charla».
EMOTICONOS
La utilización, cada vez más extendida, de emoticonos y emojis en diversos tipos de textos plantea a menudo dudas sobre su colocación en las frases, su relación con el resto de los elementos de una oración, la puntuación…
Conviene aclarar que, en rigor, emoticonos y emojis son distintos. Los emoticonos son los símbolos creados con signos de puntuación y que suelen leerse inclinando la cabeza: :-), ;-) o :-(. En cambio, los emojis son
caracteres Unicode que se muestran como pequeñas figuras en color con valor simbólico: 😉. Pese a esa distinción original, en el uso general es frecuente y aceptable utilizar la palabra
emoticón o emoticono para referirse a todos esos símbolos.
Muy extendidos en determinados ámbitos, conviene reservarlos a situaciones en las que aporten información o emociones que no son fáciles ni rápidas de expresar por otros medios.
A continuación se ofrecen algunas indicaciones sobre su empleo en textos generales extraídas del Libro de estilo de la lengua española, de la RAE, primera obra académica en la que se aborda este asunto y en cuyo capítulo sobre escritura digital, al que pertenecen estos consejos, participó como consultor especial el presidente de la Fundéu BBVA, Mario Tascón.
La citada obra recomienda reservarlos para la escritura informal y procurar que no empobrezcan el uso de la lengua. Por otro lado, aclara que es preciso asegurarse de que el receptor los interpreta adecuadamente, ya que, si bien hay algunos aparentemente universales (😀😞), el uso de otros conlleva cierto riesgo de imprecisión o de incomprensión.
1. Espacios
• Se recomienda
escribir los emoticonos y los emojis separados por un espacio de las palabras y pegados o no a los grupos de puntuación en iguales condiciones que una palabra, a excepción de que estos sustituyan a fragmentos de términos: «La selección española se la juega en el partido
vs.
.».
• En cambio, los emoticonos se escriben entre espacios siempre que se considere que puede haber problemas en su delimitación. Cuando aparezcan junto a signos de puntuación que se podrían tomar como parte del emoticono, se puede dejar un espacio entre ambos «(Nos vemos :-) ).» o cambiar el emoticono de lugar.
2. Puntos y comas
• Por lo general, se recomienda respetar la puntuación que el enunciado tendría si no se utilizaran emoticonos o emojis («Ven con nosotros y lo celebramos 🎉.»).
• En el caso del punto final solo se justifica su ausencia cuando el emoji se utilice para representar el punto: «Porque lo digo yo y punto⚫». Esto también se aplica a signos de interrogación y exclamación: «¡Es una auténtica ganga❗».
• Cuando se escriben varios emojis o emoticonos seguidos, no es necesario separarlos por comas («¡Muchas felicidades 🎉🎂👏!»), excepto si se usan en sustitución de palabras: «Nos espera una tarde llena de deportes en la pequeña pantalla: 🏀, ⚾, 🚴♂️ y muchas más retransmisiones».
3. ¿Antes o después del signo de puntuación?
Cuando se inserta un emoticono o emoji hay que procurar que su posición no genere ambigüedades respecto a cuál es el segmento o elemento al que afectan. Se pueden dar cuatro situaciones diferentes:
• En los casos en los que un emoji o un emoticono afecten a todo un enunciado y este sea el único de un mensaje, es preferible colocarlos después del punto para evitar que se pueda interpretar que solo modifican a la última parte («Suscríbete a nuestro boletín semanal. ✉). Pese a ello, el Libro de estilo del español señala que no es incorrecto colocarlo antes («Suscríbete a nuestro boletín semanal ✉.»).
• Cuando hay otro enunciado después de aquel al que modifican, es preferible situar el emoji o emoticono delante del punto para que no parezca que afectan al enunciado siguiente («Viena estrenará semáforos inteligentes 🚦. La ciudad pretende así acabar con el sistema de pulsación.»).
• Si el emoji o el emoticono modifican a la última parte de un enunciado, se aconseja escribirlos delante del punto («Esta página usa cookies propias y de terceros 🍪, pulse en el siguiente enlace para aceptarlas 👌.»).
• Cuando el emoji o el emoticono sustituyen a una pieza léxica, la puntuación se situará donde correspondería si fueran palabras («Después de tomar unas 🍻, podemos ir al 🎬.»).
4. ¿Y las mayúsculas?
Salvo que los emojis o los emoticonos se usen en sustitución de palabras, la mayúscula debe aplicarse como si no estuvieran presentes. Así, en un enunciado encabezado por un emoji o un emoticono, la primera palabra tras ellos debe mantener la mayúscula inicial («🏀 Resultados de la liga de baloncesto:…»).
RÚTER O ROUTER
Los términos rúter, enrutador, direccionador o encaminador son alternativas preferibles al anglicismo router.
En los medios de comunicación, sobre todo en los ámbitos de la tecnología y la informática, aparece con frecuencia la voz inglesa: «Un router con hasta 6,6 Gbps», «El hacker pudo entrar en millones de sistemas de todo el mundo utilizando un sencillo equipo conectado a un router» o «¿Cuál es la diferencia entre un router y un módem?».
Sin embargo, puesto que este aparato se ha convertido en algo presente e imprescindible en muchos hogares y oficinas, el uso de este vocablo se ha normalizado en la lengua general —
como ya señalaba la Fundéu en 2006— y, por tanto, resulta adecuado adaptarla al español con la grafía
rúter (plural
rúteres), que reproduce la pronunciación habitual en español del anglicismo y que el
Diccionario registra como ‘dispositivo que distribuye el flujo de paquetes de información entre redes de la manera más eficaz’ y ‘programa informático que realiza las mismas funciones que un rúter’.
Como alternativas de
router, también son apropiados los sustantivos
direccionador, encaminador o
enrutador, este último recogido asimismo en el
Diccionario.
Por tanto, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «Un rúter con hasta 6,6 Gbps», «El hacker pudo entrar en millones de sistemas de todo el mundo utilizando un sencillo equipo conectado a un enrutador» y «¿Cuál es la diferencia entre un encaminador y un módem?».
Se recuerda que, si se desea utilizar el término inglés, es preciso escribirlo entrecomillado o en cursiva.
VIDEOBLOG
La voz videoblog, formada a partir del elemento compositivo video- y del sustantivo blog, se escribe sin espacio ni guion y no lleva tilde.
En los medios, es frecuente encontrarla en frases como «El actor se hizo un chequeo médico y decidió documentar toda la experiencia para su vídeo blog de YouTube» o «El director adjunto del medio dedica su vídeo-blog a ese asunto esta semana».
Con presencia en los medios y con mucho uso en otros ámbitos, como el de las redes sociales,
videoblog es un neologismo bien formado en español. Al elemento compositivo
video-, que ya ha dado
otras muchas palabras como
videojuego,
videoconsola o
videomarcador, se le añade en esta ocasión el sustantivo
blog, que figura recogido en el diccionario académico con el sentido de ‘sitio web que incluye, a modo de diario personal de su autor o autores, contenidos de su interés, actualizados con frecuencia y a menudo comentados por los lectores’.
El término resultante de esta unión,
videoblog, se emplea para designar a los blogs que no son sitios web en los que se escriben artículos, sino
que están compuestos por una galería de vídeos o videos ordenada cronológicamente. En plataformas como YouTube, se utiliza también esta voz
para referirse a los vídeos en los que una persona muestra un
contenido más personal que el que normalmente es tratado en su canal.
De acuerdo con las normas de la Ortografía académica,
lo adecuado es escribirla sin espacio ni guion, conforme a la regla general de escritura de los prefijos, y no tildarla, ya que, aunque el sustantivo
vídeo lleva acento gráfico en alguna de las variedades del español, el elemento compositivo
video- no lo lleva nunca, según recoge el Diccionario académico.
Por este motivo, en los ejemplos iniciales habría sido preferible optar por «El actor se hizo un chequeo médico y decidió documentar toda la experiencia para su videoblog de YouTube» y «El director adjunto del medio dedica su videoblog a ese asunto esta semana».
Por último, cabe mencionar que en el ámbito de las redes sociales es muy frecuente encontrar la forma vlog, como una especie de acrónimo de v(ideo)blog. Esta grafía, aunque muy informativa visualmente, presenta el problema de que fonéticamente es indistinguible de la forma blog, ya que la b y la v se pronuncian igual. Siempre es posible escribirla con resalte, sobre todo fuera del ámbito de las redes sociales, en textos en los que pueda no ser adecuadamente entendida.
Referencias:
www. fendeu.es